jueves, 4 de junio de 2015

AUZA GAZTELU, VIGIA MEDIEVAL SOBRE ANTIGUOS MITOS

AUZA GAZTELU

En las estribaciones del norte de la sierra de Aralar, donde los barrancos, que caen desde las alturas de las altas praderas de verde inmaculado, alcanzan vertiginosamente el piedemonte, se alza misteriosa la hermosa cima de Auza Gaztelu que eleva sus poco más de 900 de altura, entre las cuencas de los rios Urtsu y Amondarain.

ESTRIBACIONES DEL NORTE DE LA SIERRA

Agazapada a la sombra del majestuoso pico Larrunarri o Txindoki, pareciera que quisiera pasar desapercibida, como queriendo guardar celosamente los muchos tesoros míticos que tiene reservado para quien se acerque a su sombra con calma. 


LARRUNARRI O TXINDOKI EN OTOÑO

Pero su elegante figura no pasa desapercibida desde ningún punto, como si un telúrico magnetismo atrajera al caminante de forma irremediable.
Alcanzar su cima es una preciosa excursión, que se puede realizar desde varios puntos. El más accesible es el que parte desde el área de recreo de Olasakoi, a la que se accede en coche desde la localidad de Zaldibia, desde aquí un evidente sendero nos acerca hasta la majada de Ausokoegi, desde donde se alcanza la cima. 

MAJADA DE AUSOKOEGI DESDE EL CAMINO A AUZA GAZTELU

Otra hermosa ruta parte del barrio de larraitz, perteneciente a Abaltzisketa. 

ERMITA DE LARRAITZ A LA SOMBRA DE TXINDOKI

En este caso la ruta comparte los primeros metros de caminata con la ruta normal de ascensión a Txindoki, hasta que en una pronunciada curva, nuestro camino se desvía en dirección este, abandonando la ruta hacia Txindoki. 

AUZA GAZTELU DESDE LARRAITZ

Por un hermoso bosque de hayas primero y en terreno despejado después, alcanzaremos el collado de Errekonta, situado bajo el cono cimero de la montaña. 

EMBALSE DE LAREO EN INVIERNO

Una variante más larga, es la que accede hasta aquí desde Lizarrusti o bien desde el embalse de Lareo, para por la interesantísima vaguada de Ondarre, llegar a las cercanías del collado de Pikoeta, desde donde un sendero toma decididamente la dirección norte, a media ladera de la vertiente este del macizo de Gañeta-Beleku, para desembocar en el mismo collado de Errekonta.

VAGUADA DE ONDARRE

Cualquier ruta es una belleza, por si misma, y coronar la cima es el remate a una preciosa excursión, se llegue por donde se llegue, esta sierra deparará al caminante espacios mágicos de indescriptible belleza, sólo hay que calzarse las botas, acudir con la mente abierta, y caminar sin prisa dejando que la hierba acaricie nuestras botas.

AUZA GAZTELU, A LA DERECHA EL COLLADO DE ERREKONTA, A LA IZQUIERDA LA MAJADA DE AUSOKOEGI

Desde el collado de Ausikoegi o desde el de Errekonta, el acceso a la cima es directo y evidente, aunque bastante duro, con  calma vamos ganando altura, en la zona final de la ascensión, comenzamos a ver los restos de las murallas que rodearon la torre de vigilancia que se encontraba en su cumbre. 

RESTOS DE LA MURALLA

Y es que este uno de los primeros tesoros que guarda Auza Gaztelu, en su cima podemos observar aún los restos de lo que fue una torre de vigilancia que hunde sus orígenes en los tiempos del Medioevo, allá por el siglo XIII. 

TORREON DE LA CIMA, CON TXINDOKI AL FONDO

Su nombre ya nos indica con el topónimo Gaztelu (castillo en euskera), su antiquísima historia, fue parte de la frontera del viejo reino pirenaico de Navarra. Esta fortaleza era la encargada de vigilar la cercana calzada de Enirio, que pasa un poco más abajo, en la vertiente este de la montaña. 

CALZADA DE ENIRIO

Este ancestral camino enlosado, unía Navarra con la costa gipuzkoana, esta misma calzada pasaba bajo otra fortaleza de parecidas características a la de Auza Gaztelu, la del pico Mendikute, ya en el macizo de Ernio. 

FORTIFICACION EN MENDIKUTE

Antigua ruta neolítica de transhumancia, se reutilizó para el transito de peregrinos, soldados, comerciantes y un sinfín de gentes que pasaron por sus enormes losas.
Pero sus orígenes van más allá, hunden sus raíces en lo más profundo de nuestra historia y de nuestras viejas leyendas, contadas de padres a hijos al calor del fuego. En la cima de Auza Gaztelu, nos cuenta la mitología, que habitaron una familia de jentiles, de hecho también se conoce al pico como Jentilen Sukaldea (cocina de los jentiles). 

RESTOS DE LA TORRE EN AUZA GAZTELU

Son estos son unos personajes de la mitología vasca, vinculados a la tierra, seres de fuerza descomunal, representantes de las antiguas creencias y considerados constructores de varios monumentos megalíticos, así como colaboradores con los humanos en la factura de algunas iglesias como son la de Ataun, Zurbano o la ermita de La Antigua de Zumarraga.

ERMITA DE LA ANTIGUA DE ZUMARRAGA

Una leyenda nos cuenta , como el jefe de los jentiles que vivían en la montaña, fue a buscar trigo a Navarra, y regresando con siete pellejos de buey llenos de cereal, se topó con su hija en la fuente que nace bajo la montaña. Esta le dijo: “ven aquí a descansar y a beber agua fresca”, el jentil contestó: “si hubiera sabido que me era lícito soltar la carga y descansar en el camino, habría tomado sobre mí otros siete sacos más como estos que traigo”.
También se cuenta que uno de ellos arrojó una enorme piedra desde la cima, pero que patinó en el momento del tiro, y el proyectil cayó junto a la majada de Ausokoegi, se trata del dolmen que aún hoy podemos ver junto a la misma.
Así mismo se dice que eran los constructores de la calzada de Enirio, antes mencionada, colocando las enormes losas, por las que hoy caminamos, en varias piedras se aprecian dos marcas paralelas, que al parecer y según los viejos cuentos, serían las marcas de las ruedas que dejaron allí los carros de los gigantes.

HUELLAS DE LOS CARROS DE LOS JENTILES

Este mito de los jentiles, esta muy relacionado con la llegada del Cristianismo a tierras vascas, los viejos cuentos nos narran como un grupo de estos seres jugaban en un monte a la pelota, cuando vieron aparecer una extraña nube, asustados consultaron al más anciano de la tribu, el cual ordenó que le levantaran los párpados con un a palanca, pues el sólo no era capaz de hacerlo, tal era su avanzada edad. Cuando el anciano vio la nube exclamó: “Ha nacido Kixmi, es el fin de nuestra era, arrojarme por un barranco”, kixmi significa mono en euskera, y hace referencia a la llegada de Cristo. Los jentiles obedecieron al anciano, y los demás se ocultaron bajo las losas del dolmen de Jentillarri, cercano a Auza Gaztelu, y al bode de la calzada de Enirio. 

DOLMEN DE JENTILLARRI

Todos menos uno, se trata de Olentzero que anualmente baja a los pueblos a anunciar en Nochebuena la buena nueva del nacimiento de Cristo.



OLENTZERO

Historia, mitología, paisaje, calma, misterio, todo esto y muchas cosas más guarda esta singular montaña, sólo queda acercarse a ella, subir a su cima o dejarse embaucar por su silueta desde cualquier punto de sus alrededores. 

AUZA GAZTELU

Acérquese, amigo lector, a su sombra, en coche, en bici, andando, en burro o como desee, pero acérquese a Auza Gaztelu, y escuche sus ancestral susurro, el viento que baja de sus alturas le contará viejas historias reales o ficticias, eso no importa, y tal vez si se fija bien, vea salir el humo de la chimenea de la cocina de los jentiles.

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